Petiot

Marcel André Henri Félix Petiot, alias Docteur Petiot (Doctor Petiot), alias capitaine Valéry (capitán Valéry), nacido el 17 de enero de 1897 en Auxerre (Yonne) y guillotinado el 25 de mayo de 1946 en París, fue un médico francés, que se convirtió en un asesino en serie que operaba en la Francia ocupada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, cuyos asesinatos en París fueron descubiertos muy poco después de la Liberación de París.
Al tiempo que trabajaba como informante de la Resistencia francesa, atraía con engaños a opulentos judíos a su casa, haciéndoles creer que podía hacerlos salir clandestinamente del país. En lugar de eso, los asesinaba y robaba sus pertenencias, matando a 63 personas antes de que fuera finalmente atrapado.
El 11 de marzo de 1944 la Policía acudió a casa del doctor Petiot, alertada por los atemorizados vecinos que observaban salir de la chimenea una grasienta humareda negra y un hedor insoportable. La chimenea corría el riesgo de incendiarse, pues ya se veían las llamas sobresaliendo amenazadoras y no tardaron en acudir los bomberos, quienes lograron entrar en la casa a través del sótano. Allí descubrieron, sin dar crédito a lo que veían, el espantoso combustible que alimentaba las llamas: un montón de huesos de judíos. Se consiguieron demostrar 24 muertes pero pudieron ser muchas más en realidad.
Momentos más tarde acudió la policía, y el doctor Marcel Petiot les explicó con orgullo que aquellos eran "sus" cadáveres, los restos de colaboradores de nazis que habían sido asesinados por la Resistencia francesa y confiados a su custodia para que se deshiciese de ellos. Los agentes aceptaron la explicación y lo dejaron ir, no sin antes felicitarlo por tener esas dotes de patriotismo.
Petiot aseguró que era miembro de la Resistencia y que sus víctimas habían sido 63 nazis. Al igual que los 27 cadáveres encontrados en el sótano, los agentes dieron por hecho que se trataba de más soldados alemanes. Pero cuando se constató que aquellas muertes no tenían que ver con la ejecución de colaboradores nazis, Petiot ya había huido en su bicicleta. A partir de ahí se llevó a cabo un minucioso registro de la casa, hallando, además de los cadáveres despedazados, casi 150 kilos de tejido corporal humano calcinado y otros muchos cuerpos descomponiéndose en un pozo del garaje que contenía cal viva.
Al cabo de un tiempo de anonimato, Petiot inició una serie de correspondencia con el periódico Resistance, bajo otro nombre, pero sin modificar su letra (lo que ayudaría a su identificación), diciendo que la Gestapo había metido en su casa los cadáveres. Gracias a eso fue de nuevo detenido el 2 de noviembre de 1944.
Marcel Petiot, hallado pues culpable de los crímenes de los que se le acusaba, fue guillotinado el 25 de mayo de 1946 en París, en la prisión de La Santé. El asesino, lejos de mostrarse asustado en el momento de su muerte dijo con más ironía que nunca a los testigos de la ejecución: "Caballeros, les ruego que no miren. No va a ser bonito."

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